MARTIN PARR

He coincidido en distintas oportunidades con Parr en mis viajes y visitas a NY y Londres. Me lo encontré una vez con Marcos L en Paris, en la librería de la Maison Europeene de la Photo. Pero una vez en NY le dí Buena Memoria, edición original, dedicado.

Tuvimos esporádicos encuentros. En un momento, me propuso a Phaidon para curador latinoamericano de BLINK, una seleccion de los mejores 100 fotografos del mundo. Fue una experiencia muy interesante y de resultado positivo, mi primera gran tarea como curador internacional. Mäs adelante, decidió incluir Buena Memoria en su Photo Book a HIstory. A partir de ahí la relación cambió y se hizo más horizontal. El me invitó, al elegir mi libro, a que así fuera.

Desde entonces nos vimos más, lo invitamos al Foro de Foto en Brasil y le fue muy bien, tenemos desde ahí un proyecto conjunto para editar la selección de los mejores libros de foto de la historia de América Latina. Fui con el curador español a visitar su increíble biblioteca en Bristol hace poco, pero poco antes lo invité a tener este diálogo, que pasó por momentos difíciles, de falta de convencimiento, pero que luego arrancó con todo y se fue desarrollando hacia un lenguaje cargado de humor e irónía, referencias cruzadas, coincidencias formales y temáticas, y un contrapunto más próximo que los otros a la fotografía de reportaje, un terreno en el que se siente cómodo, pero siempre con un «twist».

Ultimamente su apoyo fue fundamental para que su agencia Magnum, firmase un contrato de representación latinoamericana con mi agencia, Latin Stock. La rispideces han quedado atrás, pero indican que somos bien diferentes, un británico puro y un judío argentino, dos mundos distintos, y un diálogo posible, que  es el que más interesó mostrar a la galería AFA de Santiago, por su originalidad y carácter imprevisible. Este diálogo es el único en el que mi interlocutor tiró sólo de su archivo, aunque no yo.

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